Descripción
Más allá de sus usos culinarios, la salvia tiene un valor medicinal para ayudar a la digestión, mejorar la función cognitiva, controlar la diabetes y tratar la inflamación, entre otros más
El aceite esencial de salvia y su primo, el aceite esencial de salvia sclarea, son útiles para la aromaterapia, baños y masajes.
La semilla de salvia debe sembrarse mientras esté fresca. No solo no se almacena bien, sino que, incluso cuando la semilla es fresca, la salvia podría ser un germinador relativamente lento y deficiente. Cuando la cultive en espacios cerrados, coloque tres semillas en cada celda para asegurarse de obtener una cantidad decente y viable de plántulas.
Trasplantes. Si desea tener una ventaja en la temporada de crecimiento, siembre las semillas de salvia en una mezcla de tierra iniciadora y manténgalas bajo lámparas para cultivo de seis a ocho semanas antes de la última helada de la zona. Las semillas tardarán aproximadamente tres semanas en germinar. Otra opción es comprar trasplantes ya crecidos en un vivero o centro de jardinería local.
Transplante las plantas más fuertes del semillero al aire libre, después de que haya pasado todo el peligro de las heladas o, si tiene un espacio en el interior de su hogar que reciba luz solar directa, podría mantener sus plantas en macetas en un espacio cerrado.
Tierra. La salvia se desarrollará mejor en una tierra arcillosa, arenosa y bien drenada. De preferencia con un pH de entre 6.0 y 7.0. Si bien, el fertilizante podría acelerar el crecimiento de la planta, demasiada cantidad disminuirá el sabor naturalmente intenso de esta hierba. Para fomentar su crecimiento, considere poner un poco de fertilizante en las plantas en forma de composta orgánica, durante la temporada de primavera.
Espaciado. Debido a que la salvia crece en forma de arbusto redondo–las plantas maduras podrían alcanzar de 1 a 2 pies de alto y 2 a 3 pies de ancho—debe espaciar las plantas entre 24 y 36 pulgadas.
Luz solar. Para obtener plantas de salvia sanas, colóquelas bajo plena luz solar. En las áreas cálidas, es bueno proporcionarles una sombra por la tarde, pero las plantas necesitan luz solar o brisa para mantener sus hojas secas y evitar la putrefacción. Cuando cultive plantas de salvia en espacios cerrados, coloque las macetas cerca de una ventana soleada.
Agua. La salvia es una hierba que tolera adecuadamente la sequía y necesita agua solo de forma ocasional, cuando el suelo está seco. Las hojas se enmohecerán si se dejan húmedas, así que resista la tentación de proporcionarles agua en exceso.
La salvia es resistente y podría sobrevivir al clima frío e incluso a un poco de escarcha. Al trasplantarla a su jardín, considere que puede desarrollarse cerca de la col, zanahorias, fresas y tomates.
Para atraer a los polinizadores, como las abejas y mariposas, lo mejor es cultivar más de una planta de salvia y dejar que florezcan un par de ellas.
Durante el primer año, en función de las condiciones de cultivo y tamaño de la planta, la salvia puede o no florecer. Si florece, aparecerán espigas con flores moradas/azules, en plena época de verano.
Para ayudar a que la planta se establezca, no recolecte ninguna hoja durante el primer año. En el segundo año y posteriores, podría cosechar las hojas en cualquier momento. Algunas personas sugieren que el mejor sabor se encuentra en las hojas cosechadas antes o justo después de que la planta florece.
Pode sus plantas de salvia después de florecer para mantenerlas con buena forma y evitar que se hagan leñosas y se alarguen demasiado.
Cuide de sus plantas y utilice salvia
Por fortuna, hay muy pocas plagas interesadas en la salvia. Es más probable que padezca por exceso de agua, luz solar insuficiente o falta de poda, que por insectos o enfermedades. Podría evitar un poco de la lignificación por medio de una recolección y poda frecuentes, lo que le ayudará a revitalizar sus plantas.
Para proteger a las plantas sanas de un crecimiento excesivo, divídalas anualmente en primavera u otoño, y vuelva a cortarlas hasta el suelo a principios de primavera u otoño.9 Encontrará que las hojas tiernas y nuevas son más apetitosas que las hojas más viejas de los tallos leñosos, así que asegúrese de recolectarlas con regularidad.
Debido a su naturaleza como arbusto leñoso, deberá reemplazar sus plantas de salvia cada tres o cuatro años. Si tiene problemas para mantener las hojas frescas, puede secarlas fácilmente para almacenarlas y utilizarlas a largo plazo.
También, podría usar las hojas secas para hacer té de salvia. Más allá de sus muchos usos culinarios, las ramas y hojas de salvia pueden utilizarse para hacer ramos de flores y otras manualidades, en los que les añadirían color, aroma agradable y textura