Descripción
del tipo redondo
Los rábanos son una de las hortalizas que no necesita trasplante, por lo que el lugar donde lo sembremos será donde se desarrollará hasta su cosecha. Crecen bien en el suelo o contenedores con una profundidad mínima de 10 cm. Utilice suelo o sustrato bien nutrido que tenga buen drenaje. Para sembrar puede realizar pequeños surcos de 1-1.5 cm de profundidad y con una distancia de 8-12 cm entre ellos, dependiendo del tamaño de la variedad. Colocar 1 semilla cada 5 cm y cubrir son suelo o mezcla. Regar inmediatamente después de sembrar, no dejar que el suelo pierda la humedad
La plántula emergerá aproximadamente a los 3 días de la siembra. Las primeras hojas, cotiledones, tendrán forma de corazón. Cuando nuestros rábanos hayan crecido un poco, a veces es necesario cubrirlos con un poco de tierra para que se desarrollen mejor. Abone sus plantas a los 15 días de la siembra para proporcionar más nutrientes y fomentar su crecimiento. Siempre mantenga libre de malezas.
Los riegos dependerán del clima, lo importante es que el suelo nunca debe perder su humedad. Si el riego es en exceso podemos provocar enfermedades, pudrición o que el rábano se rompa. Por el contrario, si los riegos son escasos su sabor será más picante.
Aunque es un cultivo muy rápido podemos tener problemas de plagas y enfermedades, en especial pulgones y larvas. Revise dos veces a la semana sus plantas, en especial el revés de las hojas. Una plaga fuerte de orugas puede terminar con las hojas de sus plantas en un par de días. Puede aplicar agua con jabón biodegradable o retirar con la mano las orugas.
Para saber si nuestros rábanos están listos, debemos quitar un poco de tierra alrededor de la planta para verificar su tamaño. Para sacarlos de la tierra debemos tomar todas las hojas y sacar nuestro rábano. Si el suelo está comprimido puede costar un poco de trabajo, podemos ayudarnos con una pala de trasplante.