Descripción
Melisa – Cómo cultivarla
Las semillas de la melisa son muy pequeñas y en almacigo no tiene muy buena germinación.
¿Almacigo o siembra directa?
Almacigo a finales de la primavera y principios de veranos. Sembrar cada semilla a 20 a 30 cms, ya que la raíz es muy densa.
También es posible propagarla por trozos de planta que tengan raíces. Igual al plantar en lugar definitivo, espaciar a 20 a 30 cms.
Trasplante:
Trasplante a maceta o suelo al lugar definitivo cuando las plántulas midan al menos 5 cms.
Tipo de suelo:
Tolera cualquier tipo de suelo pero se da mejor en los terrenos arenosos, ricos en materia orgánica, fértiles, permeables y húmedos
Donde plantarla.
Prefiere sombra, pero debe recibir algo de sol.
Riego
Moderado para mantener la humedad, en especial durante el verano. En invierno no es necesario regarla demasiado.
Plagas y enfermedades
No se ve afectada por las típicas plagas y enfermedades vegetales debido a su alta concentración de aceites naturales en sus hojas. El exceso de riego puede hacer que las raíces se pudran o que contraiga oídio, enfermedad producida por un hongo que hace que las hojas presenten un micelio blanco en forma de estrella.
Poda
En invierno, cortar las ramas secas.
Cosecha:
La cosecha de la melisa se realiza durante todo el año y se pueden usar frescas cuando se necesitan. . Lo ideal es recoger las hojas poco antes de que las yemas florezcan para luego cortar la planta al ras de tierra en otoño, cubriéndola a continuación con compost. Recolectar con cuidado, ya que las hojas se dañan con mucha facilidad.
Para uso posterior, secar en manojos en lugares aireados y oscuros. Una vez secas, las hojas se guardan en frascos.
Tutorial orientativo
https://youtu.be/hryVSOH5kqQ